EUROPA
PRESS
26 marzo
2019
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hábitos que pueden afectar a nuestro pelo
Nuestro estilo de vida afecta en
general a toda nuestra salud, y eso incluye a nuestro pelo. Si lo notas menos
brillante, presentas una acusada caída, está más i lo notas menos brillante,
presentas una acusada caída, está más lacio o apagado, puedes empezar a
sospechar que hay algo en tu día a día que no estás haciendo bien. Eso sí, ante
la duda, siempre hay que consultar con un experto en cabello: el tricólogo.
"Si tu notas un pelo que se te cae, que está peor, que
ha cambiado sus características, puede deberse al estilo de vida, pero en la
mayor parte de las veces hay otra causa de fondo que lo puede explicar y hay
que consultar al experto", subraya en una entrevista con Infosalus la coordinadora del Grupo de Tricología de la
Academia Española de Dermatología y Venerología
(AEDV), la doctora Cristina Serrano.
En concreto, según esta sociedad científica, el pelo se cae
de forma continua por un proceso de renovación fisiológico y normal, con una
cifra variable de 50-100 cabellos diarios. Por encima de esta cifra, si es
mantenida en el tiempo, más de 2-3 meses, habría que consultar con un
dermatólogo, que se ocupará de establecer el diagnóstico, la causa, y de poner
tratamiento específico para ello. Existen dos picos al año, en la
primavera-verano y en el otoño, en los que esta cifra puede ser mayor sin
significar nada patológico, ya que este pelo se recuperará.
Además, resalta que la causa más frecuente de la pérdida de
cabello es la alopecia androgénica, de origen
genético y hormonal, que no puede prevenirse, pero sí diagnosticarse
precozmente. Por otro lado, la AEDV destaca que el uso de gominas, de lacas, de
champú o de tintes no es malo para el cabello, ni tampoco produce que se caiga
más, o subraya que el hecho de que cortar el pelo corto
no hace que éste crezca más fuerte.
La doctora Serrano especifica en este sentido que el hecho
de que una persona tenga más o menos pelo es cuestión de genética
principalmente, ya que el número de folículos con los que nacemos viene
determinado genéticamente, así como de la raza. "No es lo mismo un pelo
asiático que de raza negra", remarca.
Entonces, ¿hasta qué punto cambiar nuestros hábitos de vida
hará que recuperemos el pelo perdido o mejoremos el aspecto del que tenemos?
"En la mayor parte de los casos, excepto en aquellas alopecias que son ya
cicatriciales, es decir, en las que no hay forma de recuperar ese pelo, sí se
puede intervenir para que estas caídas dejen de progresar. Eso sí, es difícil
recuperar ese pelo, pero si se consulta a un dermatólogo especialista existe
garantía de que esta pérdida de pelo no vaya a más", subraya Serrano.
Luego la tricóloga reconoce que a lo largo de vida hay
muchos factores que pueden hacer que la cantidad de pelo disminuya, con más o
menos prisa, como puede ser el caso de una alopecia androgenética
o calvicie común, donde el pelo se va afinando y se pierde densidad.
"Los hábitos de vida influyen más en el aspecto del
pelo, que en la propia caída. Que por ejemplo se presenten nudos, puntas
abiertas, que éste esté más lacio o menos brillante, o se rompa con facilidad
estará influenciado por el estilo de vida de la persona en gran parte de los
casos. La caída del pelo está más relacionada, por ejemplo, con la alimentación
que sigamos, así como con el estrés", agrega.
Eso sí, insiste en que cuando hay una caída de pelo no se
puede achacar al estrés, porque en la mayor parte de casos por detrás habrá
otra causa. "No podemos echarle la culpa de entrada al ritmo de vida que
llevamos, al estrés por ejemplo, porque quizá se puede retrasar el diagnóstico
de muchos tipos de alopecia que tienen otro origen, pero que se pueden agravar
por el ritmo de vida. Por eso siempre ante la duda es recomendable acudir a un
tricólogo", reitera la doctora Serrano.
Así, menciona que entre esos hábitos que suponen un maltrato
a nuestro pelo, y que deterioran su aspecto, se encontrarían:
1. Exposiciones solar
frecuente y sin protección capilar.
2. Uso de tintes de
forma frecuente e inadecuada.
3. El secado con aire
muy caliente o el uso de planchas. "Si se hace sobre pelo mojado y se le
mete mucha temperatura se pueden acabar rompiendo los puentes del pelo y éste
se abrirá. Se crean como burbujas de pelo y por ahí es dónde es más fácil que se
rompa", añade.
4. Llevar coleta muy
tirante o trenza siempre puede desembocar en una alopecia por tracción.
5. El estrés afecta
por varias causas. "Hay muchas alopecias. Más de 100 tipos. Y hay muchas
en las que la causa pueden ser los fenómenos estresantes, mientras que el
estrés en otras puede sólo potenciarla, pero no originarla. El estrés no
justificará una caída mantenida del pelo, o que se caiga de repente. Todo lo
puede agravar o potenciar, y entonces hay que buscar una causa que no es el
estrés", precisa la miembro de la AEDV.
Cómo remediarlo
"Todas las manipulaciones del cabello si se hacen bien
no pasa nada. Como mucho se daña la fibra, la parte visible del pelo, y se
puede contrarrestar haciendo una buena hidratación y manteniendo una buena
protección del pelo para que esas cosas no ocurran. No hay problema",
sentencia la doctora Serrano.
En este sentido, la coordinadora del grupo de Tricología de
la Academia Española de Dermatología añade que los champús
y complejos vitamínicos son útiles a la hora de reponer ese pelo perdido por
los hábitos de vida, "son un buen complemento al tratamiento médico",
pero siempre previamente hay que consultar al experto.
En cuanto a si hay algún alimento que puede ayudarnos a
prevenir la caída del pelo y fortalecerlo, desde la AEDV señalan que no existe
ningún alimento milagro, y siempre se aconseja una dieta equilibrada, completa
en todos los nutrientes.
"Las causas de las diferentes alopecias, en contra de
lo que se cree o puedan pensar los pacientes, están más allá de la alimentación
o del estrés. La utilización de vitaminas puede mejorar el aspecto cosmético
del pelo, pero no frenan ningún tipo de alopecia, por lo que deben utilizarse
como un complemento al tratamiento médico, pero nunca un sustitutivo",
sentencia.